A Víctor Algora debemos nuestra canción favorita de La Prohibida: Baloncesto (2017), un hit rompepistas con una letra épica. Clásico futuro.
Hoy nos place anunciar que tras esas inmersiones pop, su brillo se ha filtrado en la obra del propio Algora y en Drogas nuevas recibimos la promesa de un nuevo disco en la categoría que tras el Mena (2010) de Javiera Mena hemos denominado "introspección en la pista de baile".
Su capacidad como letrista y poeta nos ha quedado más que confirmado a lo largo de su discografía, con baladas que son himnos y uno que otro coqueteo con la electrónica (recordemos Aplastado por el gogó de su disco Verbena, 2013). La labor aquí fue de síntesis: elegir menos palabras, las más punzantes, para abrirse paso a los beats y la cascada de sintetizadores.
"Dando vueltas por la discoteca a ver si te quito de mi cabeza, soy incapaz de quedarme en casa y enfrentarme a esa almohada que habla", de este familiar planteamiento florece una letra sobre la soledad. Con el mismo arrojo de la canción, nuestro galán va probando drogas nuevas, nuevos besos y barbas nuevas para deshacer el recuerdo de un amor. Desfilan también monstruos bajo la cama, rosas en la boca y colinas luminosas.
Al final, la canción estalla en segundos del mejor electropop y quedamos sedientos de Algora, de más música y más palabras, que son aquí nuestras drogas.
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