Arte ~ Castaño |
Este conteo regresivo es la forma de mantenernos ejercitados en el fin del decenio, el esfuerzo de no caer en la desidia de nuestras propias promesas, ir y volver, estar y desaparecer, conmoverse y detenerse. Nuevamente motivados por la razón esencial de nuestros textos, la única promesa que mantenemos viva es el amor incondicional por las canciones que compilamos como un esfuerzo colectivo, una construcción que responde a nuestra búsqueda y gustos particulares, una bandera que seguiremos ondeando desde la luz de nuestras pantallas y las vibraciones de nuestros audífonos.
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30. Ely Guerra ~ Zion
Con asombro dolido recibimos el nuevo disco de Ely Guerra: ¡Qué aburrido nos resultó! y sin embargo, la canción Zion es una joya tan luminosa que alcanza a salvar del olvido tal ejercicio. En esta ceremonia, todas las voces son Ely Guerra, un coro-individual que se eleva y nos estremece. Aparece también, un recuerdo fugaz de Juan Son y su Mermaid Sashimi (2009), en cuanto a las armonías y esa atmósfera de bosque encantando. Los cantos de Ely atenúan más que nunca un pozo religioso frente a la figura bíblica de Zion, y metafóricamente, o no, describen un lugar anhelado. Zion fue la promesa de un larga duración, y hoy, la verdad que queremos recordar. Camilo Castaño
29. Julieta Venegas ~ Alma Radiante
“Entrégame tu silencio, voy a hablar despacio, tengo esta voz tan frágil y miedo a que se rompa”, delicada y humilde florece esta canción, en doble desnudez: frágiles cuerdas vocales y escuetas cuerdas de guitarra.
Julieta Venegas vuelve para señalar el dato íntimo, la belleza desprovista de trucos. Esta pieza extraída de su obra de teatro La enamorada se convirtió en el último himno de nuestro año, el puente que cruzamos para mirar otro paisaje. Qué mejor anhelo para un nuevo año que el de llevar dentro un alma radiante. Camilo Castaño
28. Suerte Campeón ~ Papá
No podíamos dejar por fuera de nuestra selección a una banda que conocimos este año y que se ganó nuestro cariño. Suerte Campeón es la joven banda limeña que nos transporta a las mejores épocas en que el indie rock lo era todo. Su más reciente álbum La Edad No Me Deja Pensar, enmarca las vivencias de una generación afligida por las angustias contemporáneas. De esas letras emocionales y viscerales, se presenta Papá, como una especie de oda al fracaso como hijos. Esta pieza de indie melancólico, casi Emo y de experiencias desgarradoras, viene a recordarnos que la música es un refugio, y que un abrazo puede traer calma, dentro de nuestras convulsas y abrumadoras ciudades latinoamericanas. Alberto Múnera
27. Carmen Ruiz ~ Pocas palabras
Blanquinegro, el debut de Carmen Ruiz, sí que es un álbum de altos contrastes. Habitan allí dos inquietudes: la canción tradicional poblada de detalles, el despliegue orquestal y otro camino que se atreve con la electrónica, los acabados metálicos y algunas estridencias. Ambas intenciones están amarradas por una voz poderosa.
Nosotros fuimos arrastrados por la vertiente más electrónica y elegimos Pocas palabras como la promesa de una artista que apenas alza vuelo. “Hay que escuchar el murmullo del instinto”, delicada en un principio, esta canción crece hasta hacerse tormenta, asistimos hipnotizados a la llegada de cada elemento mientras Carmen guía nuestro trance. Camilo Castaño
26. Entre Ríos ~ Aunque
Esta canción de Entre Ríos se extiende como un lamento, una disculpa, viaja como carta tardía. Su austeridad dolorosa bebe del Lied, la antigua estructura musical donde una forma vocal monofónica (o sea una sola voz) es acompañada de pocos instrumentos para interpretar un poema. "Aunque es de noche, la mañana ya está aquí. Ahora está claro: hay un día nuevo al fin. Aunque me pongas el futuro frente a mí, es el pasado el que no se quiere ir". Así, esta pieza, y todo el disco al que pertenece, suceden en la trinidad de voz, piano y cello, una liviandad que conmueve con certeza. Entre Ríos ha muerto tantas veces y vuelve siempre con otra faz de flor recién abierta. Camilo Castaño
25. Loli Molina ~ Tigres
Tigres en la mirada, espadas que nos reflejan, un camino a la sombra, imágenes de alta belleza que intentamos y no logramos descifrar.
Gracias a esta canción nos hemos acercado a Loli Molina y su voz dulce que mana como agua entre las rocas mientras guitarras y cuerdas vuelan con el filo de los cuchillos, solo para rozarnos, pues ya ha sentenciado un "Acercarse mucho y nunca matar". Acaso el amor, acaso la partida, a veces, esta canción/misterio se vacía solo para poblarse con nuestro propio suspiro. Camilo Castaño
ANTIFAN es la última sorpresa de la temporada. Encontramos esta banda escudriñando en el repositorio del sello madrileño Sonido Muchacho, discográfica de la que hemos escuchado diversidad de sonidos cercanos a la casa. ANTIFAN es el grupo formado por erva, I-ACE y Hartosopash y es una especie postpunk duro con mezcla de rap y un aire de oscuridad, se describen así mismos como un amasijo de guitarras, bajos y autotune. Esta canción describe las vicisitudes de una generación perdida y saturada por las crisis, que trata de encontrar respuestas en la contracultura, la calle y la noche. La colaboración con la súper estrella del trap español C.Tangana, ha impulsado de manera considerable el alcance de esta interesante puesta en escena, que habita las calles de la Madrid profunda. Alberto Múnera
23. Le Parody ~ La Puerta
Las buenaventuras sonoras de Le Parody desembocaron este año en el desafiante Porvenir un disco concebido como una colección de proverbios que van siendo liberados entre destellos folclóricos y electrónicos.
“Las palabras que se lleva el viento, las devuelve rotas la memoria.” le escuchamos enunciar con transparencia a Sole en La Puerta, una canción que destaca por su inesperado estallido dance hacia los cuatro minutos de canción. El track rehúye de la inmediatez rozando los siete minutos en los que pasamos del hipnotismo de las palabras al trance de un endemoniado rave electrónico. Will Balooni
Entre beats minuciosos y trompetas atmosféricas transitamos esta canción preciosista. Ausencias escapa del efectismo electrónico dejando que el encanto repose en la potente voz de Gisela Fulla-Silvestre.
Justo en el corazón de la canción NOIA nos desarma y nos vuelve a amar con el motivo que da pie a la lírica: "Y estas ausencias mías, yo pensaba que tú las llenarías", aquí el tiny dance se encuentra con el registro de una voz que bebe de la tradición flamenca, pero con un giro hacía la electrónica de autor, una suerte de balada onírica perfecta para ambientar nuestras películas cotidianas. Will Balooni
21. Buscabulla ~ Vámono
Como el desfile inaugural de un festival caribeño, Vámono de Buscabulla coquetea con la energía de una batucada para erigir un himno sobre el regreso a la tierra propia, casi hermanado con La hora de volve de Rita Indiana.
Tras la desventura política y natural del pueblo puertorriqueño se han hecho esenciales la reflexión y el pronunciamiento desde las artes. Encontramos en esta canción, en sus percusiones y el austero fraseo, un llamado a la unión, la raíz que clama nuestra atención. Camilo Castaño
Por su letra, Quimeras se presenta como una narración inmaculada. Una relación intergeracional se abre ante nuestros oídos como una confesión desesperada de la parte más joven: "¿Qué dice ella de tu juego inmaculado, se imagina que has pecado?", una traición, una excusa para ponerle nombre al otro protagonista, Humberto se eleva entre reclamos y susurros en el corazón de la canción: "Humberto, Humberto, ¿en qué monstruo me he vuelto?, Humberto, Humberto, ¿qué caos dejas suelto?", esto sin contar con el gancho ineludible del coro que seguro se quedará un rato hurgando en tu cabeza.
Desde lo musical es un conjuro luminoso. Sus escasos tres minutos de duración pasan como una ráfaga de viento fresco combinado con descargas eléctricas. Guitarras, sintetizadores, pianos, silencios teatrales, todo servido y perfectamente alineado con las frases y los clímax de la canción. Will Balooni
19. Silvana Estrada ~ Carta
Adorno o impostura, la voz de Silvana Estrada en su Carta solía molestarnos y acabó por conmovernos. Un día, bajo la luz adecuada, hallamos en su artificio de folclorista un espacio para lo genuino. Escuchamos con atención y creció en nuestros adentros.
Hecha canción y dicha al viento, la carta íntima de Silvina se ha hecho himno, otros enamorados sabrán sentirla suya y su aparente sencillez acústica será enriquecida por las imágenes de otros besos, otros intentos, otras despedidas. Carta es la promesa inesperada de nuestro 2019. Camilo Castaño
Con dos discos bajo el brazo y un buen número de tonadas ingeniosas, Caliza, el proyecto de española Elisa Pérez, sigue siendo una de las joyas escondidas del indie iberoamericano.
Esta pieza es una versión libre de Making plans for Nigel de XTC y cuenta con las guitarras de otra favorita de la casa, Elsa De Alfonso.
Aquí, Caliza traslada al protagonista al escenario español, saltando del Bristish Steel de XTC a la cadena de supermercados Corte Inglés con una facilidad envidiable. Riffs de guitarra inolvidables y una firme base de sintetizadores cierran esta cruda canción que se ha ganado un puesto en nuestro altar de canciones impecablemente traducidas al español. Will Balooni
17. Silva de Alegría ~ Primavera en la Guerra del Sonido
Silva de Alegría es el proyecto solista del mexicano Sergio Silva, tras años con su banda Furland. El título de esta canción bautiza el álbum que lleva el mismo nombre. Con un aire épico o de un viaje hipersónico, esta canción podría entrar en la playlist de un viaje al espacio. Lo análogo del banjo, la guitarra y la percusión se amalgaman en sincronía con los sonidos un tanto veloces y futuristas de las máquinas y cajas de ritmos. Sergio concreta un sonido muy autentico, difícil de encasillar en un solo género o estilo; aunque carga una marcada identidad del rock independiente mexicano. Silva nos regala una interesante pieza musical que habla de los viajes del sonido y su relación con la creación y expansión del universo. Alberto Múnera
En la Noche Buena del 2018 Bad Bunny lanzó su primer trabajo larga duración, sorprendiendo a varios medios que ya tenían lista sus listas de fin de año.
A un año de este suceso no es arriesgado decir que x100pre es un clásico moderno que ayudó a consolidar la visión de Bad Bunny como artista. RLNDT es buen ejemplo de lo anterior, tema de carácter introspectivo y algo torturado que marcó un antes y después en la imagen del puertorriqueño, dándole humanidad a quien solo conocíamos como una máquina creadora de singles exitosos. Valdomiro Valle
15. Algora ~ Poesía de la distopía
Con suavidad y sentido del humor Víctor Algora conjuga una declaración romántica y una crítica al consumo desmedido. Dos chicos con los bolsillos vacíos transitan enamorados un paisaje de centros comerciales, tiendas de ropa y miradas de desdén.
Una amigable secuencia de sintetizadores, casi idéntica durante toda la canción, es el suelo perfecto para la letra que es casi un cuento: "Sueño que en pleno Black Friday todas las tiendas arden, y entre montañas de ropa tú vienes a salvarme". Reímos y amamos con esta canción de Algora, promesa de un disco que verá la luz en 2020. Camilo Castaño
14. Diosque ~ Vuelas cerca
Nuestro bicho de culto sigue manteniendo su impronta, ajeno a las modas, incluso a su propia constancia.
Vuelas cerca es la canción que destacamos de Terruño, un disco que se nos antoja menos arriesgado que sus dos anteriores entregas, o quizá sea la revisión necesaria de ese extraño I Can Cion, en definitiva, un producto más refinado que resumimos en estos casi tres minutos que avivan sus palabras y nos entrega otro envoltorio para las canciones descontracturadas de este cantautor: La emoción llevada por la suavidad. Will Balooni
13. Sundarbans ~ Laniakea
Sundarbans es sin duda uno de nuestros nuevos tesoros, todo un hallazgo en el indie mexicano y Laniakea, siendo apenas la segunda canción de su prometedora historia, ha sabido escalar en nuestra lista anual de afectos.
En ella, el dúo abandona la estridente ciudad para ser cosmonautas, valientes y enamorados. Un viaje sonoro poblado de detalles como estrellas, entre las que reluce una preciosa melodía de teclado, y cuya letra es una invitación a mirar el futuro con esperanza, a escribirlo mientras esta suerte y este sol nos alumbran. Camilo Castaño
Un sencillo que anticipa uno de los números más esperados del 2020, una nueva carta de amor-odio de Lido Pimienta hacia su país , que nos sorprendió por varias razones.
Primero la claridad con la que escuchamos la voz de Lido, su canto fluye en varias vertientes, desde su característicos agudos, su acento costeño que se escapa en algunas frases, hasta el canto más cristalino desde el minuto 2, todo construido sobre una base rítmica que se nos antoja arriesgada y a la vez impecable, metales que brillan entre programaciones y percusiones afiladas, todo un cóctel que mezcla las emociones viscerales expuestas en una letra desnuda y la cadencia de un sonido inclasificable. Will Balooni
11. Alegría Rampante con Fofé Abreu ~ Jirafa
Una colaboración que da fe de la unión de la escena independiente puertorriqueña, una obra redonda, extensa, cadenciosa, emotiva.
Jirafa ratifica las intenciones de Alegría Rampante de entregarnos canciones maduras, con giros inesperados y construcciones musicales efectivas.
Una canción que se mimetiza con su videoclip, creando una amalgama entre performance y música que recoge varias inquietudes de los artistas, desde la corporeidad, hasta nuestro desolador marco socio-político. Will Balooni
Comandada por la infalible producción de Santiago Morotizado y con claros guiños generacionales, Amaia confeccionó una canción que resuena por su inmediatez y su letra escueta.
Entre las metáforas del título, el fuego que intuimos desde la explosión del coro es avivado por frases que aluden las paranoias predilectas de los enamorados 2.0: "te miro las fotos / pero no le doy al corazón".
Es la sencillez la mayor virtud de El Relámpago, frases que se adhieren al espíritu de la época, fáciles de entender pero interpretadas con un desgarro que hace eco de la promesa que era Amaia, una llama que avivó los corazones desangrados en 2019. Will Balooni
09. Princesa Alba ~ Convéncete
Hace poco el resucitado blog hermano Club Fonograma lanzó un breve post sobre la influencia latina en el K-Pop; con Convéncete nos toca ver el caso inverso, un tema de reggaetón pop cuya frontalidad, vídeo y coreografía muestran una reformulación, de mente mucho más abierta, a las formas vistas en mega producciones coreanas.
Obviamente Princesa Alba es una orgullosa hija de su época y ha sabido combinar las influencias propias de su entorno cultural con aquellas globales aprendidas de manera digital. El tipo de experimentación pop que queremos ver más seguido en el 2020. Valdomiro Valle
08. Los Besos ~ Hoy no
Se nos ha vuelto costumbre tener en nuestra selección final del año a los argentinos Los Besos, banda comandada por la talentosísima Paula Trama, una letrista excepcional. Esta canción se desprende de su más reciente álbum: Matemática sentimental. Hoy no, se devela una vez más como una pieza de poesía, acompañada de notas rock y pop al mejor estilo argentino del flaco Spinetta, Cerati o Entre Ríos. Solo basta con leer la primera parte de esta letra para querer la inmersión completa, no solo en ésta, sino en las demás pistas que acompañan el álbum. “Flor de la noche, bosque, ¿me escuchás? Cierro esta carta con mi lengua, el metal contará por mí.” Así, una vez más, Los besos nos demuestran lo que es representar con creces, los paisajes que habitan entre la música y las palabras. Alberto Múnera
07. Dani Umpi ~ Ideas en mente
La neurosis de un nuevo amor. En Ideas en mente Dani Umpi condensa temas que han rondado su discografía: el amor anecdótico, los demonios internos que afloran con el descubrimiento de nuevos sentimientos ("Me das el marco teórico para un nuevo amor") hasta la mística y la magia negra tienen su espacio en esta nueva joya del tecnopop del cono sur.
“En otro pueblo tu ropa es nueva, en otra fiesta alguien te espera”, propone Dani a su nuevo proyecto romántico, mientras esboza la pregunta que da nombre a esta pieza: "Cóntame. ¿Por qué me elegiste a mi?, ¿con qué ideas en mente?”. Grandes destellos líricos sirven de puente a un nuevo desenlace melodramático que nos descubre la última escena de esta narración, con su protagonista dándolo todo en la pista de baile. Will Balooni
El 2019 posee pocas canciones como la de Simón Campusano, también vocalista y compositor en Niños del Cerro.
La Astuta Cordillera de la Costa tiene el sonido propio de un sueño de verano, o quizás guarda en sí el espíritu de las épocas en que el boom de la música independiente latinoamericana estaba caracterizado por ser una combinación de inocencia y ganas de comerse el mundo.
Esperamos que esta canción nos ayude a mantener nuestro ánimo fresco lo que resta del verano sudamericano. Valdomiro Valle
05. Maria Usbeck ~ Nostalgia
Teclados con aires ochenteros y arreglos luminosos guían nuestros pasos por estos minutos envolventes en los que Maria Usbeck sabe jugar con nuestra curiosidad, mientras dibuja nuevos paisajes con su inagotable paleta sonora. Alejándonos de la selva inquieta en que nos sumergió hasta el momento, bailamos despreocupados sobre los cimientos de futuras añoranzas.
Unos decididos "No me gusta" se repiten a lo largo de la canción dándonos un motivo para identificarnos. Esa extraña sensación que surge al encontrarnos ajenos a los gustos de la época o alejados de nuestros gustos antiguos, los procesos del envejecimiento que Usbeck retrata en su último disco se condensan en esta cadenciosa pista que cabalga sobre la sencillez y la añoranza. Will Balooni
Un eclipse se ha instalado en el cambio de año y, gracias a él, nuestra noche es un valle reluciente. Coiffeur ha encontrado en este fenómeno astronómico la metáfora de su álbum, Eclipse es movimiento, acontecimiento y transición de luz. De las diez canciones que son diez hits, Templo es nuestra predilecta. En ella, la voz de Guille adquiere una condición más corpórea, la timidez es ahora galantería y la electrónica oscura que conocíamos, se viste de gala, Coiffeur porta un traje reflectivo que desde el primer coro nos encandila. “No te confíes ni especules con mis sentimientos”, letra y música se erigen como un templo, sí, digno y egoísta, ufano y celestial ante el amor herido. Bailamos en su refugio. Camilo Castaño
03. Santa Madero ~ Cámara
La tercera canción oficial de la joven banda peruana es lo único que faltaba para que pasen de ser un prospecto a una confirmación. Cámara es el single más directo que han presentado a la fecha, donde combinan el misterio y toques dream pop de sus canciones anteriores con una accesibilidad necesaria en toda pieza de pop moderno.
Hasta donde sabemos Cámara será la última canción que escucharemos de la banda hasta que se dé el anuncio del tan esperado álbum debut, dejándonos una vez más con las expectativas al límite. Valdomiro Valle
02. Milton James ~ 6,6
Sobra presentar de nuevo a Milton James, un conocido de la casa. Durante el año estuvimos al pie de lo que sería el lanzamiento del primer álbum bajo su propio nombre: Pretemporada. A Milton lo recordaremos siempre por haber sido la otra mitad de los grandes Dënver, pero este nuevo álbum refresca la aventura musical del chileno. 6,6 fue una de las canciones que más nos alegraron los días durante el año; una descarga pop que recuerda a las pistas más bailables de Pulp; una mezcla perfecta entre la melancolía de la letra y los violines, con los golpes puntiagudos de los bajos y la percusión. El resultado, un coro que quedará para la historia del nuevo pop chileno y latinoamericano: “¿y dónde me escondo yo en este lugar? prefiero tu casa antes que mi hogar”. Alberto Múnera
01. Belafonte Sensacional ~ K en el abismo
Esta canción renueva la promesa de lo que representa la música para el amarillo. En 2019, Belafonte sensacional liberó el notable Soy piedra, del cual extraemos nuestro top del año. Irónicamente K en el abismo es la canción encargada de cerrar un disco que toca varios palos de la música alternativa, manteniendo elementos que hacen destacar este proyecto musical, el extensivo uso de la jerga mexicana, el juego de palabras de su título, el ingenio de las conexiones entre palabras, la brevedad del momento que cabalga sobre escasa instrumentalización, unos bajos pronunciados y una percusión en crescendo que explota entre la contención y la seguridad del anonimato, un número que bien conducido incita al hipnotismo, y que se ha convertido en una verdadera compañera de marchas desde la primera escucha, sin duda una joya escondida en esa marejada ostentosa y ruidosa que fue el 2019. Era hora de volver a lo esencial. Will Balooni
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