A estas alturas, toparnos con un controvertido vídeo por cuenta de Diosque no es novedad. Durante su carrera, el prolífico artífice del pop de culto ha extendido alianzas junto a otros artesanos visuales que han retratado desde la excentricidad, hasta la vulnerabilidad de la música del argentino Juan Roman Diosque. Cabe mencionar Una Naranja o el más reciente -y también comentado por acá- Lluvia, como algunos de esos audaces vídeos que avivan la carrera musical de nuestro bicho de culto preferido.
Diosque, quien continúa con la promoción de su exquisito álbum Llanero (2017), hace mancuerna junto a su compatriota y directora Michelle Gualda para mostrarnos el relato detrás de Nudos. Valiéndose del ritmo abrasivo de la pieza, Gualda también responsable del vídeo Helados Verdes de Los Besos, presenta ahora una historia muy inhibida que bien podría catalogarse como un sci-fi lésbico de la nueva era.
El audiovisual se vale de algunas referencias culturales, donde las estatuas que muestran refinadas formas son convertidas en una metáfora de unión entre las dos chicas que danzan. Además de un coqueteo venial que pone a la manzana como excusa perfecta para “caer” en lo desconocido y lo lujurioso, las orquídeas aluden constantemente a la feminidad enfrentada y exaltada (muy à la Nobuyoshi Araki).
Dentro del corte visual el enfrentamiento corporal refleja la destrucción de todo silencio. El caos antes de la liberación. El sabor de lo extraño. La pulcritud de la utopía. A esto nos saben los Nudos de los que Diosque canta y que Michelle Gualda retrata.
"Ay inmensa pena..."
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