Luego de dos sencillos que anunciaban su retorno triunfal a la escena alternativa latinoamericana, luciendo túnicas y guiándonos hacia un pop espiritual, Juan Son nos sorprende nuevamente con una tercera entrega que bien podría acercarlo más a la ranchera.
A primera escucha, una canción de desamor misteriosa, cargada de su irreverencia, sus voces ecoicas y muchas imágenes entre lo surreal y lo psicodélico.
El set y los protagonistas los descubrimos al inicio: "Tú y yo en este centro comercial abandonado en medio del bosque tropical", luego, cual cuadro descriptivo nos llega una especie de escenario postapocalíptico: "Maniquies besando el suelo húmedo vistiendo lo que alguien soñó ponerse en el altar" e "Histéricos los loros seleccionan un penthouse con vista al cine que el río recobró", para dejarnos con una pregunta que nos sigue dando vueltas y una revelación iluminada por la delicada voz de Juan: Esta no es una canción de nostalgia cualquiera, en ella hay destellos de esperanza en cada giro, una suerte de hilo conductor en la nueva etapa de este intrépido artista mexicano.
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