Otra buena nueva que nos trae el 2018 es el regreso formal de nuestra amada rapera/cantautora existencialista Dadalú. Recordemos que su disco debut, Periodo, salió en 2011, editado por la desaparecida casa editorial Michita Rex (suspiros). Entre tanto, Dadalú ha editado canciones sueltas, colaboraciones y ha sido una de las mentes maestras detras del dúo de lofi pop feminista Chica King Kong, que logró descrestarnos con la eterna Amor propio.
Más allá de esto, Dadalú se había mantenido fuera de nuestro radar, pero su regreso ha sido todo lo que esperabamos. Un triunfo en producción y el mismo encanto crudo que atesoramos en sus composiciones.
Escapista sorprende por su claro acercamiento a las melodías disco, recorándonos de paso a la preciosa Mediodía de la argentina Rosario Bléfari. Es grato descubrirnos frente a una canción de Dadalú que concilie la formalidad músical y sus letras sosegadas. Hay espacio aquí para un delirante arreglo de vientos, marca de la casa, de un rap contundente y de picos muy bien escalados, una melodiosa carta abierta al depresivo que llevamos dentro.
Sin tapujos Dadalú trata temas que nos agobian, en este caso a la enfermedad del siglo XXI, y aunque el panorama pareciede desalentador, una línea de la canción deja ver la luz al final o a la mitad de este tunel emocional: "Quisiera ser como una de tus elegidas, ¡mentira! quisiera sentir que nos abrazamos y tenemos la fuerza para afrontar esta mentira."
Tiempo Negro, el nuevo EP de Dadalú sale a través de otro fenix del pop chileno, el bienaventurado Sello Cazador que retomó sus lanzamiento de indie pop el año pasado. Apenas vamos reviviendo el encanto.