LA MAESTRA SERIAL

presenta

LA MAESTRA SERIAL
CUARTA TEMPORADA EN CARTEL:​
VILLANA EN LA TELE Y EL TEATRO.

Lucila  Gandolfo, quien actualmente es Sharon Benson en la tira juvenil 
"Soy Luna", vuelve al teatro en la piel de otra villana escalofriante.

 Si todavía no la viste, lo te pierdas...



LA MAESTRA SERIAL
De Gonzalo Demaría, dirigido por Martín Blanco.


En su cuarta temporada de éxito (2013, 2014, 2015 y 2016) vuelve a escena el unipersonal del dramaturgo Gonzalo Demaría bajo la dirección de Martín Blanco y con la genial actuación de Lucila Gandolfo.
Desde el 28 de septiembre y por sólo ocho semanas, todos los miércoles a las 21:00 hs. en La Carpintería.

Sinopsis: ​
Una maestra descendiente de aquellas bostonianas traídas por Sarmiento queda afuera del sistema educativo.
Se calza los zapatos de taco para enfrentar  la calle, su intención no es seducir sino aparentar. Ahora la ciudad feroz y salvaje es su aula.
Ella es bárbara y hace uso de la palabra para matar.

FICHA TÉCNICA:
Autor: Gonzalo Demaría
Actúa: Lucila Gandolfo
Escenografía: Gonzalo Córdova
Iluminación: Gonzalo Córdova
Vestuario: Sofía Di Nunzio
Música: Hernán Vives
Fotografía: Claudio Larrea
PrensaOctavia Comunicación
Dirección: Martín Blanco

AGENDA:
Funciones: miércoles 21 hs.
Teatro:​ La carpintería (Jean Jaures 858)
Localidades: $180 y $150 (jubilados y estudiantes)
Reservas: 4961-5092  |  Alternativateatral
Duración: 50 min.

Videos:
https://www.youtube.com/watch?v=xwhxTXnBFK4&feature=youtu.be
https://www.youtube.com/watch?v=e97HY3AnrS4
https://www.youtube.com/watch?v=dDjpNZB4aug
https://www.youtube.com/watch?v=_wedg9hbsjg

Dijo La Prensa: click aquí

Sobre la obra 
Este monólogo está centrado en el problema del lenguaje. No sólo como herramienta de comunicación sino como fin estético. A esta maestra no le alcanza con expresarse, también exige hacerlo bellamente. Con un humor políticamente incorrecto, esta descendiente de aquellas primeras maestras bostonianas traídas por Sarmiento expone su plan de exterminio de la ignorancia. En su confesión policial, esta talibana de la educación justifica su conducta explicando cómo y por qué fracasó el proyecto de la instrucción pública. Sus métodos pedagógicos para corregir la situación podrán ser poco ortodoxos, pero es que estos son tiempos brutales. //  Gonzalo Demaría 

Frente a este hermoso texto de Gonzalo Demaría diría: “el arte de los bellos discursos” y pienso en cómo la palabra permite el vuelo de la imaginación de quien la escucha, de aquel que se deja llevar como si lo que estuviera escuchando fuera música, con su melodía, armonía y ritmo.
El texto invita al goce sensorial e intelectual de la escucha y al vuelo en donde las ideas, como temas en una sinfonía, se van alternando entre los distintos instrumentos de una orquesta. El poder de la palabra que dispara la imaginación y a su vez tiene -no sólo en el contenido si no en su forma-la intención de provocar una respuesta, una toma de posición.
Bello laberinto con un personaje que podría entenderse como un ser inofensivo que deambula las calles porteñas sintiéndolas ajenas, pero que a la vez representa a sus fundadores y a su fundación. Un ser quedado en el tiempo, que se hace responsable de su contemporaneidad a su modo “con sus magros recursos” diría Demaría. Un marginal de etiqueta. Un sórdido vestido de gala. Una contradicción rebelde e inconformista.
La palabra como pluma y como espada en pos de poner al mundo en orden o por lo menos de poner “un orden” en el mundo. Fue bellísimo adentrarme en este universo que propone La maestra serial con toda su contradicción y su potencia. // Martín Blanco




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