Pop adolescente y postapocalítico desde Santiago de Chile.
Con el ímpetu y la insolencia de la juventud, que ya hemos conocido en bandas chilenas como Planeta No o Playa Gótica (y que de una u otra forma se han desvanecido tan pronto), Poder fantasma, el proyecto liderado por Francisco Heredia, ofrece un hit ansioso que bebe en la misma medida del pop japonés y de Los Prisioneros.
Inspirada en el Chile de los últimos meses, en su conmoción y el grito joven, Obedecer se extiende a las semanas recientes, donde otra amenaza ha frenado en seco planes y eventos. Canciones como esta son el antídoto al aburrimiento, pequeñas desobediencias como apagar televisores o noticieros, para leer un libro o bien, volver a bailar en la cama mientras espantamos las moscas de la incertidumbre.
¿Qué vendrá? Poder Fantasma ha decretado la revolución interior y aunque parezcan disfrutar la idea de un fin de mundo, para su espíritu creativo más vale que haya futuro.
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