Arte: Castaño |
De lo sencillo, pasando por lo irónico e hilarante, hasta llegar a experiencias cotidianas llenas de poesía, hemos seleccionado 10 piezas que nos descrestaron en 2017. Disfruten de estas postales que nos deja el año viejo.
El catalán Jordi Estrada dirige el vídeo de El Ciclo del Agua con una idea clara en mente, retratar la intimidad de una pareja de chicos que explora su masculinidad desde lo más tierno hasta lo más violento. Para su objetivo, aprovecha los recursos de la fotografía recreando escenas en movimiento que fácilmente podrían completar un diario íntimo en instantáneas. Muchas referencias a la cultura pop acompañan la cotidianidad de esta pareja, un tono explícito y una crudeza poética vuelven esta pieza una obra para re-visitar a lo largo del tiempo, quizá para encontrar en una de sus máximas la respuesta a nuestro caos contemporáneo: "Man is the measure of all things" (Protagoras).
La reinvención del sonido tropical tiene su mejor forma en esta Estaré Alegre, No Estaré Triste. Una percusión animada nos recibe mientras capas de sonido se van tejiendo y nos retan a seguir un ritmo endiablado y letal, entre tanta tropicália se cuelan cuerdas tensionantes, todo en pos de una narración romántica y heroica, la cual no vale la pena describir luego del magistral vídeo que acompaña la pieza, una interpretación milimétrica del sonido, de la construcción y del humor de Eblis Álvarez y su combo.
Las franco-cubanas Ibeyi lograron trascender el éxito de su primer disco, llevando su sonido varios pasos adelante. Como testimonios de esta evolución nos quedaron varios videoclips que precedieron al lanzamiento de Ash, su segunda y celebrada placa de estudio. Al final nos pudimos haber quedado con la producción de CANADA para Me voy, pero fue la sencillez de Deathless la que logró trascender en el imaginario de los vídeoclips en el 2017. La metáfora del renacimiento, de la semilla inmarcesible es retratada aquí con pocos recursos, pero con una limpieza y una técnica admirable.
Nuevamente nos dejamos ganar por la sencillez que prevalece ante cualquier artilugio y efectismo. Niña Tormenta arregla una canción tradicional del cancionero chileno y para presentarla se alía con Joaquín Fernández, quien crea un solo plano y una toma única para transmitir el espíritu grácil de la canción. Filtros que emulan el proceso de colorización de una fotografía en blanco y negro resuelven la fotografía de esta pieza breve que se nos quedó en la cabeza por su belleza ligera.
Entre coreografías y un impecable trabajo de arte que recrea la estética de un set de televisión, encontramos a NOIA navegando en escenas surrealistas que emulan las ironías y los sinsentidos del sueño, un escape a la realidad o la sorpresa de descubrirse navegando en pesadillas, lo cierto es que el despliegue técnico y el logro artístico que produce esta estética retrofuturista nos da más ganas de emprender nuestra propia búsqueda de ese destino sin nombre: "¿Y dónde va ese tren?".
Dirigido por el guionista Alberto González Vázquez, Música para adultos es un pastiche que toma imágenes de archivo y las distorsiona con resultados hilarantes, marcando cada segmento de la canción con algún anuncio, alguna noticia inventada o alusión directa al estado actual de las cosas, como cuando escuchamos a Crepus enunciar: "Si todo va hacia una dirección real que nunca nadie va a cambiar", y la secuencia de imágenes nos lleva de una explosión nuclear a la cara de Trump. Los recursos del clip son sencillos pero inagotables, verlo se vuelve una experiencia casi interactiva que relega la canción a música de fondo armoniosa y punzante, o ¿será que no somos tan adultos para comprender?
Para las visuales de Reverie, Arca se atavía de torero y experimenta en carne propia el dolor de ser atravesado por una cornada. La sangre sigue siendo un elemento protagónico en esta etapa del proyecto, heridas que van y vienen sin dejar marcas aparentes, y que el equipo de realización logra plasmar con maestría. Las peripecias de Arca sobre estos zancos, los tonos rojizos y esa asombrosa secuencia que conjura el clip vuelven Reverie una experiencia digna de repetir.
Alejandro Ros ha sido el encargado de ponerle cara a los discos de Juana Molina, sin duda un cómplice infaltable en las aventuras de la artista argentina a la hora de concebir las imágenes que acompañan sus composiciones de pop avant-garde. Para el sencillo principal de Halo, esta dupla se propone hechizarnos con visuales oscuras y secuencias inquietantes. Una pieza magistral que toma algunos elementos del arte del disco, complementados por piezas escenográficas que vibran al ritmo de la canción y que en conjunto atrapan al espectador volviéndolo testigo de misterios indescifrables. El poltergeist definitivo de Molina
Gonzalo Torrens dirige el vídeo de Eructo de Semen valiéndose de una de las líneas más certeras e ilustrativas de la canción: "Esos chicos con botellas en sus manos / no importa lo rápido que estés tocando / ellos se mueven en cámara lenta / Se golpean en cámara lenta.". Partimos entonces a un blanco y negro hipnótico con chicos pogueando, la testosterona en ebullición y un trasfondo homoerótico que pone todas las ideas de la canción en su lugar, sin duda un ejercicio magistral que saca a flote la poesía que encierran estas líneas inolvidables: "A la noche en la casa de tus padres / adormilados en un sofá frente a la tele / yo miraba tu remera agujereada / e imaginaba lo que esta ocultaba / Nunca te dije lo mucho que me gustabas."
01. Los Besos - Helados Verdes
Michelle Gualda dirige esta hermosa pieza que nos gana por la simplicidad de su puesta en escena, su ambientación y actuaciones, al punto de convertirse en una experiencia multisensorial entrañable. "Es... tan difícil encontrar palabras" dice la actriz Miyamura Tomoko en el momento más alto del clip, luego de un encuentro inesperado que deja al espectador con más preguntas que respuestas, siendo testigos de una epifanía provocada por los sentidos más directos. Un misterio develado en un lugar común y corriente, poesía desde lo cotidiano.
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