Estamos ante una de nuestras canciones favoritas del 2018.
Maravilloso es un hit en toda regla, la canción del verano indie en España, y un himno generacional efectivo y épico.
Reside acá la neurosis del citadino contemporáneo (El tráfico lento me calma y me ayuda a pensar), su gran capacidad de amoldarse a situaciones adversas y su inadvertida humanidad (Buscas el calor de un largo abrazo /Porque han cortado la calefacción), una letra reluciente que nos da pistas de una realidad paralela, muy cercana a la nuestra, y que han sabido construir a base de rimas pegajosas y de arreglos de lo más pop que le hayamos escuchado a Sidonie hasta el momento.
Reside acá la neurosis del citadino contemporáneo (El tráfico lento me calma y me ayuda a pensar), su gran capacidad de amoldarse a situaciones adversas y su inadvertida humanidad (Buscas el calor de un largo abrazo /Porque han cortado la calefacción), una letra reluciente que nos da pistas de una realidad paralela, muy cercana a la nuestra, y que han sabido construir a base de rimas pegajosas y de arreglos de lo más pop que le hayamos escuchado a Sidonie hasta el momento.
No hay que buscarle puntos débiles, Maravilloso parece cubrir tantos campos para tenernos contentos por un buen rato: el imperativo autotune, los coros a varias voces, listos para un concierto multitudinario que ratifique la magia que venimos experimentando.
Sin embargo, este sencillo se encuentra muy cerca de registros como los de La Casa Azul, Betacam, Algora, y un largo etcétera de la movida española contemporánea. Justo aquí es donde comienza a flaquear el encanto, al considerar que esta canción pudo estar firmada por cualquiera de estos personajes. Por suerte, Maravilloso se sostiene sola como la excepción a la regla, el oasis donde podemos olvidarnos de ser críticos, de permitirnos la indulgencia y de corear a todo pulmón cada una de sus estrofas.
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