20/07/18 - Ungallery en Buenos Aires, exhibe las últimas obras de la producción de Miguel Ángel Vidal (Buenos Aires, 1928-2009). La curaduría estudiada y prolija permite resaltar al máximo el dinamismo que desde siempre se propuso transmitir el artista con sus trabajos.
Pensemos, por un instante, en una pieza de arte geométrico: lo primero que se nos viene a la mente es una serie de formas fáciles de reconocer, como rectángulos, triángulos y demás, pero en definitiva presuponemos algo estático. Vidal logró que la superposición de líneas se transforme en movimiento por un efecto óptico. El ojo no puede resolverlas, explica la curadora Cristina Rossi.
El sonido de la luz, de Miguel Ángel Vidal (1996)
Técnica: Acrílico sobre tela / Medidas: 180 x 180 cm
Resplandor verde, de Miguel Ángel Vidal (1998)
Técnica: acrílico sobre tela / Medidas: 120 x 120 cm
La obsesión del artista por eliminar lo estático de la pintura abstracta geométrica y dinamizar el plano obtuvo sus resultados a través de la descomposición del color: Una absoluta metamorfosis en una pintura totalmente orientada hacia lo científico.
Recóndito silencio, de Miguel Ángel Vidal (1991)
Técnica: acrílico sobre tela / Medidas: 200 x 150 cm