Para los usuarios latinos de Bandcamp la cuantiosa pero corta discografía de Octavia de Cádiz ha sido todo un secreto a grandes voces para la música independiente en nuestro idioma. La limeña, conocida por el uso de láminas de educación escolar más que por presentaciones o fotos suyas, ha generado durante años cierta aura de misterio alrededor de su persona y breves EPs, estos últimos identificables por su sonido acústico de carácter íntimo, desnudo y por momentos desolador.
Enfrentarse a la música de Octavia de Cádiz es similar a escuchar una confesión de medianoche: un desahogo que rompe el silencio propio de una ciudad dormida, incapaz por un breve lapso de tiempo de causar ansiedad social y otras sensaciones frustrantes. Algo con lo cual es imposible no sentir empatía.
Y pese a lo previamente dicho, la música de Octavia de Cádiz no es material de difícil escucha, todo lo contrario, logra emocionar a través de su sencillez. Su más reciente EP Un millón de cosas es buen inicio para quienes deseen acceder a su discografía, siendo tres breves temas que en conjunto no llegan ni a los ocho minutos de duración. Todas las canciones guardan el ya encanto íntimo propio del lo-fi de alcoba donde una guitarra acústica, el silencio y el por momentos identificable sonido del tráfico son los únicos instrumentos acompañando los pequeños mantras urbanos que terminan siendo las letras (por ejemplo, “será que no te importo nada” es tanto la frase más repetida y el título de la segunda canción). Mayor versatilidad lírica hay en el tema de cierre, Un millón de cosas, donde la palabra “no” es el cimiento que fortalece una serie de inseguridades expresadas (como dato curioso dieciséis de las treintaiuno veces que se usa esta palabra en el EP suenan aquí). Para el final dejo la mención hacia Agosto 17, la canción introductoria, quizás la opción precisa para iniciar a amar o conmoverse con la voz de la compositora limeña.
Un millón de cosas es una buena carta de presentación para la a veces elusiva Octavia de Cádiz, sobre todo ahora que su discografía ha llegado por fin a servicios de streaming como Spotify, algo que varios estábamos esperando desde hace buen tiempo.
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